
Ayer tarde, y como parte del FICIV (Festival Internacional de Cine Infantil de Valencia), se realizó en Barreira A + D la Mesa Redonda “Derechos del niño desde el punto de vista de la animación. Estereotipos, normalización, multiculturalidad…”, organizada por nuestro Departamento de Animación de la Escuela, como una actividad enmarcada en el II Encuentro de Estudios de Animación Valencianos.
Los invitados a la mesa fueron de excepción: representantes de Keytoon,Save the Children, Blue Dream Studios Spain, Clay Animation y Lightbox Animation Studios, contando con Raúl Colomer, Jefe del Departamento de Animación, como moderador.
Y ahora vamos a compartir con vosotros una crónica de lo que comentaron los diferentes profesionales invitados tratando unos temas tan importantes como son el de la infancia, el compromiso social y la transmisión de los valores universales, desde el punto de vista de la animación valenciana.
En primer lugar Rodrigo Hernández (Save the Children) quiso ser partícipe de esta mesa, ya que al tocar el tema de la niñez consideraba importante ahondar un poco en los datos objetivos que se tienen sobre las dificultades de los niños.
El porcentaje de pobreza y exclusión social infantil, por ejemplo, ronda el 40% en Valencia y este dato es muy desconocido por la sociedad en general. Rodrigo, consideraba el cine, y por ende la animación, como herramientas muy poderosas para visibilizar estas realidades que mucha gente no conoce. Para concienciar, para generar acción y cambio, y también para normalizar esas situación y que los niños que las sufren no se sientan tan diferentes del resto. Es deber de la industria del cine, el romper con los estereotipos, sobre todo con el de pobreza = pena = lástima = situación / vida horrible.
Por otro lado, Nathalie Martínez (Blue Dream), consideraba que el futuro de la sociedad son los niños de ahora, y que dependiendo de cómo les tratemos y lo que les contemos y transmitamos, veremos en nuestro futuro todo eso reflejado. ¿Qué valores se están transmitiendo a los niños a través de las situaciones que se presentan en el día a día como la marginalidad, la pobreza o el tema de los refugiados?
La animación es un vehículo genial para contar historias y transmitir valores universales, como la libertad la solidaridad, la empatía, la amistad… sin buscar un enfoque aleccionador o moralista, sino todo lo contrario, inculcándolo desde la ilusión y la conexión que generan los niños con las historias y los personajes protagonistas de las películas.
David Lacruz (Keytoon) hacía referencia a las series de animación como una herramienta incluso más directa que el cine, ya que los niños las consumen de manera más habitual y repetida, y eso permite profundizar y concienciar de una manera más directa y potente sobre temas que afectan a los niños a diario, como puede ser el bullying, y enseñarles a reconocerlos para evitarlos o para poner solución con mayor rapidez.
Nico Matjí (LightBox), productor de las películas de Tadeo Jones, hizo alusión a una cuestión muy interesante que vivieron con un proyecto de su productora, ya que a pesar del gran éxito y fama de Tadeo Jones a nivel internacional, su mayor victoria no fue con ese proyecto, sino con un pequeño corto animado llamado “Cuerdas”, donde se contaba la realidad cotidiana de un niño con parálisis cerebral. Esta historia se volvió tremendamente viral y acabó ganando el Goya por haber contado de una manera tan realista y sin buscar la lástima la vida de este niño protagonista del corto. Por tanto, la conclusión a la que llegaron fue que la propia sociedad quiere y necesita este tipo de proyectos donde se conciencie y se refleje la variedad de realidades que vive la infancia.
Por otro lado, reflexionó sobre que sus proyectos no estaban enfocados según un target o público específico, sino que él hacía el cine que a él le gustaría ver, pero sobre todo, el que a los niños que todos llevamos dentro nos gustaría ver.
Por último, Javier Tostado (Clay Animation) comentó que en Europa se tiene muy en cuenta en la presentación de biblias de nuevas series de animación, si existe ese componente de compromiso social y de transmisión de valores.
Él personalmente, consideraba que la normalización de las distintas realidades de los niños es uno de los puntos fundamentales que debe incluir cualquier serie, y lo demuestra en su propia serie ClayKids. No hay que dar pena ni ser triste. Está claro que la animación es una industria y un negocio, pero si se le puede añadir ese plus para educar y concienciar, mucho mejor.
Además, consideraba que se debería premiar de manera oficial en Europa, cuando un proyecto cuenta con ese compromiso e incorpora los valores universales en su historia. Y aunque esto aún no es una realidad, al menos ve que la propia sociedad ya está demandando que esto suceda, premiando en el consumo y con sus elecciones los proyectos más comprometidos.
Como conclusión de la mesa, podríamos decir que todos los invitados estuvieron perfectamente de acuerdo en que no están para nada reñidas la diversión, la fantasía y la ilusión, con la transmisión y defensa de los valores universales, siendo perfectamente viable contar historias animadas que sean un éxito y cuenten con este componente tan importante.